El Poema Corto me sirve para plasmar unas pinceladas de meditación, de emoción o profundas reflexiones que llegan a mi mente y que salen de manera fluida, casi sin querer. Esta es sólo una breve muestra de pensamientos condensados en breves líneas pero que esconden todo un mundo creativo.
Magia, sinergia pura,
magia, sutil tapiz,
que se envuelve,
entre nuestras costuras,
vas y vienes,
cada vez;
Ohh magnifica magia,
para darnos una paz,
y llevarnos a creer.
A creer en la vida,
a creer en la esperanza,
a creer en la creencia,
y en la mayor ilusión;
pues solamente tú;
ohh magnifica magia,
eres quien tiene,
ese ineludible poder,
poder de hacernos sentir,
de hacernos brillar,
de hacernos mil cosas;
pero sobre todo,
de hacernos ver,
más allá,
de nuestra propia realidad.
Sigilio vivo,
plácido recorrido,
de un diluvio de estruendo,
sobre un deslumbrante
y bello cielo.
Sigilio vivo,
vocablo único,
de los amantes verdaderos,
para manifestar,
todo su sentimiento,
toda su compasión,
así como,
todo su sentido
de protección.
Sigilio vivo,
eres y serás,
lo que tanto me hace volar,
lo que me conecta con mi alma,
y lo que me ayuda a amar.
Tú,
infinidad de respiros intergeneracionales.
Tú,
conglomeración perfecta
de virtudes,
de caídas,
y de constantes aprendizajes.
Tú,
mérito hermoso,
que se manifiesta,
de múltiples colores,
de atuendos tan distintos;
mientras que suena,
al mismo tiempo,
al sonido de más de mil lenguas.
Tú,
humanismo que nos hace;
humanismo que nos viste;
y definitivamente,
humanismo que nos define;
eres tú,
innegablemente,
quien lleva nuestra sangre entera;
quien lleva nuestro fascínate poder;
pero sobre todo,
quien nos hace nacer.
Por eso mismo,
Ohh humanismo mío,
yo te abrazo,
tal y como se abraza a un niño;
sin embargo,
también te pido,
con el mayor de los tinos,
que no dejes nunca,
de respetar a los otros vivos;
pues no olvides,
Ohh humanismo mío,
que con ellos,
es con quien compartimos,
este bello sitio.
Vacía es tu voz,
que vacila entre mil mundos.
Vacío es el todo,
que abraza la vida misma;
que abraza la muerte;
y que abraza aquello,
que ni siquiera siente.
Sin embargo,
con dulce pasión,
que se escabulle,
por cualquier rincón,
es cómo has hecho tú,
de este infinito tan inmenso,
un armónico y precioso verbo;
ya que con verdadera prudencia,
enmarañada de caos,
que atormenta,
es como se dio la poesía,
más perfecta.
Sublime tú,
Universo poderoso.
Eres el albergue de todos,
e inclusive,
de lo que aún no existe.
Ohh poderso Univeso,
con tu hecho puesto,
en tu fugaz sentimiento,
es como poco a poco,
nos regalaste esta historia.
Esta historia,
evolutiva nuestra,
en donde al final,
todo se conecta;
todo se entrelaza;
y todo se relaciona,
en un ineludible fenómeno,
de causa y efecto.
Qué mejor regalo,
que la vida envuelta en vida,
que mejor regalo,
que la vida misma,
pues entre silencios y pasos,
entre torbellinos y encantos;..
es ella,
quien permanece aquí,
mientras que todo muta.
La vida,
palabra tremenda,
que evoca simpleza,
es a la vez,
aquello que lo abarca todo;
todo,
absolutamente todo,
sin hacer gran alboroto.
La vida,
sin duda alguna,
es la mejor maestra de este mundo;
pues para cada uno,
hay una lección única,
segundo a segundo.
A matiz de ti,
encamino yo mi aire,
y todo mi sentir.
A matiz de ti,
me entrego yo a este plano,
para poder apreciar su existir.
Eres tú,
tiempo tan único,
como perfecto;
el que le da razón a mi cuerpo;
motivo a mi alma;
y esperanza a mis sueños;
pues con tu sutil funcionamiento,
de inexplicable magia y verbo,
es como nos declaras vivos,
para poder seguir.
Tiempo,
veloz,
suave,
pero enérgico;
pasas y pasas sin detenimiento;
nos ahogas en tu reino;
mientras nos abrazas con tus cuentos.
Ohh Tiempo de tiempos,
tantas épocas,
temporadas y ruegos nos das,
para irnos conociendo,
amando y respetando más.
Ohh Tiempo, de tiempos;
¿hasta dónde te extiendes?
¿y hasta dónde nos llevarás?
Con palabras que me bañan,
acerca de lo que soy,
fui y seré;
es como poco a poco,
me salgo yo,
de mi tenue galaxia;
para entrar,
sin quererlo ni aprobarlo,
en una muy inestable dimensión.
Dimensión,
en dónde mi ser,
mi fortaleza y mi sostén,
ya no existen,
o se han escondido muy bien.
Agobios,
fragmentos oscuros,
que agudizan mi sensación,
se tejen y cantan por doquier.
Se tejen y cantan por doquier,
para espantar,
a las bellas luces,
que nacieron,
para hacernos creer.
Ohh confusión,
¿por qué te apegas tanto,
al río de mi dolor?,
¿por qué te esfuerzas tanto,
en enmarañar mi razón;
en vez de solo ayudarme,
a encontrar mi pasión,
mi paz y mi eterna ilusión?
Vida y más,
caen en sitio.
Caen en sitio,
sin nada dañar,
en lo más mínimo;
pues hoy aquí,
tal y como ayer;
observo tu tez,
tu sensación,
y tu brillantez;
lo cual,
me lleva a reconocer,
ese bello mundo,
que juntos,
hemos construido.
Mujer,
divino aire mío,
que acepto vivir conmigo;
Dime,
¿Aún recuerdas,
cómo yo te enamoré?
Fue hace tanto tiempo,
aunque a la vez,
siento yo,
todo lo opuesto;
ya que,
desde ese primer comienzo,
sencillamente,
yo lo supe,
y te lo tenía que hacer saber;
pues si no lo hacía;
Ohh magnifico ángel mío,
estoy seguro,
que hubieras tú,
volado a otro sitio.
Aquí llegué,
y de aquí me voy.
Fue bello,
mientras duró,
pero ahora,
debo yo,
de regresar.
Aquí llegué,
Y de aquí me voy.
Toque a este nuevo sitio;
y a su precioso respirar;
los cuales,
con su hechizo,
y enorme particularidad,
me enseñaron,
y me hicieron valorar.
Valorar lo que tengo,
y lo que dejé atrás;
así como todo aquello,
tan distinto,
a mi cotidianidad.
En sutil desliz,
que acompaña,
nuestra directriz;
el eco grave,
que poco a poco,
se desvanece,
sin más ni más;
es el que,
nos hace apreciar,
cada consonante,
y vocal,
que se expulsa,
de nuestro sonar.
El eco,
voz perfecta,
tan perfumada,
de un susurro muy suyo;
aunque al mismo tiempo,
tan ausente de libertad;
tapiza,
nuestro ineludible cantar,
así como el alma nuestra,
que sin quererlo,
se expulsa,
al hablar.
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